003.06
LA DIMENSION DE VERDAD EN LOS SERES CREADOS.
La
creación de seres que no son Dios, pero en quienes está, sostiene y
se complace en ellos, son inmensos en cuanto cantidad, dimensión y
acción. Los hay espirituales, es decir sin materia tal como la
conocemos y con materia como es la nuestra: los seres espirituales y
nosotros, y en menor medida los animales en general, pueden hacer
seres transitorios tanto materiales como intelectuales o de
pensamiento, sentimientos y actos. Esta diversidad de los seres con
potencialidad para hacer otros seres por si mismos, forma parte de la
potencia de ser que cada uno de ellos tiene como individuo y algunas
veces, juntando sus esfuerzos, pueden hacer obras mucho más grandes
y con variantes, al ser casi infinitas en potencia. La verdad de estos
seres es que se oponen a la nada, es decir: son y al ser tienen una
serie de cualidades, dimensiones, acciones y permanencia en el ser
adecuado a cada uno de ellos. Lo que es, es verdad al serlo, pero su
dimensión verdadera no nos es posible, a los seres humanos, penetrarla sino en una mínima parte de lo que son. ¿Cómo podrían
no ser verdad si están ahí? Todo lo que es, es verdad de si mismo
al ser y en la medida de su dimensión como tal. La casi infinita,
por poner una cantidad inconmensurable para nosotros, variedad de los
seres, es imposible conocerla; pero lo que conocemos de algunos de
ellos es ya más que suficiente para determinar nuestro hacer en este
momento y en este mundo llamado tierra.
No
estamos solos, pese a que estamos y vivimos en nosotros mismos, como
una ostra vive en el mar y se abre o cierra para recibir el agua que
le da vida. En la medida que podamos abrirnos más y mejor vivimos
con más intensidad la realidad que nos rodea la cual nos ha
permitido ser y a la cual pertenecemos. Los seres que circundan nuestros propio cuerpo y espíritu, son solo unos cuantos entre los
seres totales conocidos por nosotros. Formamos parte de un todo
global al cual estamos sujetos y relacionados, del cual vivimos y nos
permite realizar toda la “opus” humana que conocemos y la que aun
no tenemos. Somos, sí, pero no solos, sino en una inmensa relación
con los otros seres la cual es desconocida e infinita si consideramos
al Ser Creador como lo que en verdad es: el siempre existente y el SER
QUE ES SER POR SI MISMO.
Los
seres creados llenan una dimensión hecha para continuar siendo
siempre, pues Dios no crea para destruir; pero los seres materiales
al estar compuesto por partículas ordenadas de materia y al ser la
materia energía en movimiento, conlleva el germen de su disolución,
pues depende de otros seres materiales para ser y estos se degeneran
en sus formas para reducirse a aquellas que los componen o unirse a
otras diferentes para hacer variaciones de ella; es decir: todo lo
material son formas de la energía en distintos ordenes y compuestos,
para los cuales la energía se ordena. Este orden es uno de los
grandes misterios de la creación; pero está dirigido a un fin
determinado que involucra a todos los otros seres materiales y no
sabemos de que manera a los espirituales, para conseguir llegar a la
dimensión la cual pueda recibir un espíritu inmortal. Esa entidad
somos los seres humanos. En nosotros la materia se une a lo
espiritual y su conjunto cierra el circulo de lo creado; no en
cantidad y variedad, pero sí en dimensiones de orden.
Esto
es un pensamiento globalizante tanto cuanto nuestra inteligencia o al
menos la mía, pretende penetrar la razón del ser. La finalidad de
todo solo Dios la sabe; pero en la medida en que nuestra razón pueda
entender, lo hacemos a riesgo de caer en el error de creer saber lo
que no sabemos. Como la filosofía tiene parte de especulación o
posibilidad de pensar en lo total, se ha de especular con la mayor
posibilidad lógica que tengamos y que la iluminación del Espíritu
de Dios nos permita. Esto pareciera contravenir el postulado
modernista y también muy antiguo de que el hombre es la medida de
todas las cosas: no es verdad, tiene validez la razón, pero no
totalidad y sin ello, no puede permanecer en un estado de
conocimiento perpetuo como si fuera ya el “todo” logrado en un
instante del tiempo. La dimensión del hombre es limitada y aunque
grande y suficiente deja mucho de conocimiento en las cosas sin poder
ser “captado” y mucho menos comprendido. La referencia al
Espíritu de Dios es totalmente necesaria pues Él esta perpetuamente
actuando en nosotros. No es algo separado, distante y por allá... Es
actual, actuante y quiere que sepamos pues es infinito en saber y Él
es el Sabio por excelencia. Además somos sus hijos muy queridos y
¿que padre no quiere que sus hijos conozcan sus secretos y
disposiciones? La referencia a la Divinidad es siempre necesaria y
complementa la limitación de quien es sólo una pobre criatura en el
inmenso circulo de lo que es.
Creo
que el pensamiento humano debe “subir” a nuevas alturas de
pensamiento, pues la dinámica del conocimiento en los últimos
siglos, alerta sobre la necesidad de nuevos postulados con respecto
al pensamiento global o paradigmas, sobre la realidad del Ser que ES
y de los seres en general; no se dice nada que no sea ya dicho o
barruntado; pero si se debe aclarar y expandir lo ya anunciado de
manera aún misteriosa u oscura y “hacer luz” sobre lo no sabido.
El conocimiento humano nunca terminará de comprender el misterio
completo de lo creado; pero puede y debe subir cada vez más, en la
visión más cónsona con la realidad que se vaya intuyendo, en la
medida del surgimiento del conocimiento primario de las cosas y el
“Universo”. Estamos en una relación de los unos con los otros de
forma global en cuanto al saber y, aunque nadie sabe ni siquiera una
ínfima parte de lo sabido por el ser humano, si se pueden hacer
síntesis más completas y exactas de la realidad que las
anteriormente “dibujadas”. Esto hace el filósofo, o pretender
hacerlo; es su “realidad de estudio” y, empleando lo más
sanamente posible la lógica humana y la iluminación del Espíritu
Santo, difundir una visión de la realidad que aproxime al hombre a
la ruta mejor y más válida de su caminar en búsqueda de lo eterno
de la Verdad.
bendiciones de Nstra Sra.de la Sagrada Eucaristia...
ResponderEliminarUn nuevo tiempo para todos ,donde el AMOR debe reinar por sobre todas las cosas,y el amor ya derramado por DIOS debe ser transmitido y proyectado sobre todo y todos ,alrededor nuestro.
hora de mostrar nuestras manos,hora donde los hechos y actos de amor deben ser conocidos.
GRACIAS Jorge, por tu ayuda y guia en aquellos momentos,hace unos años ,hemos recordado tus explicaciones en aquel momento .
QUE EL BUEN DIOS DEL CIELO Y NUESTRA MADRE DE LA EUCARISTIA TE BENDIGAN SIEMPRE .
Gracias Angelina por todas las bendiciones y oraciones que me has regalado, espero que Dios en su amor infinito nos conduzca hacia la plenitud de la vida en Él, ilumine nuestra inteligencia con la fuerza de su Espíritu y el corazón con la plenitud del Amor.
EliminarCuídense y que la obra que llevan fructifique cada día más.
Saludos y cariños.
Jorge A. Lastra