La intuición tiene dos vertientes, una extrasensorial, rara, personal y difusa; y otra que procede del conocimiento de muchas situaciones similares, donde la mente hace una síntesis que conlleva a un conocimiento superior dentro del ser. Lo que es y lo que comprendemos del ser, son dos cosas siempre diferentes pero análogas; no sabemos que es el ser pero podemos saber que existe; no entendemos la profundidad, inmensidad e intensidad de lo existente, pero podemos captar, a veces, su realidad intrínseca en la dimensión de nuestro espíritu.
No son las ideas humanas la realidad del ser, son “imágenes” generalizadas de lo que comprendemos de su realidad; la razón humana no hace el ser, sino imágenes de ser, retratos paupérrimos de algo que nos depasa de manera infinita. Por eso que con la razón, hacemos ideas que reflejan "algo" de lo real, pero no hacen el Ser; las ideas humanas no destruyen ni hacen lo que es, sólo hacen formas y ocultan con las ideas al verdadero ser, a los ojos de aquel o aquellos que no quiere verlo; y quien sale perdiendo es la persona que niega lo que Es, en base a lo que sus ideas le permiten entender. Los mundos humanos no son mas que sombras de una realidad inconmensurable, hechas a la medida del ego humano y de sus ansias de un absoluto que no puede darse. Nadie destruye el ser, sólo quien lo hizo, nosotros sólo fabricamos ideas y formas, dentro de los límites de la potencia de nuestro ser.
No son las ideas humanas la realidad del ser, son “imágenes” generalizadas de lo que comprendemos de su realidad; la razón humana no hace el ser, sino imágenes de ser, retratos paupérrimos de algo que nos depasa de manera infinita. Por eso que con la razón, hacemos ideas que reflejan "algo" de lo real, pero no hacen el Ser; las ideas humanas no destruyen ni hacen lo que es, sólo hacen formas y ocultan con las ideas al verdadero ser, a los ojos de aquel o aquellos que no quiere verlo; y quien sale perdiendo es la persona que niega lo que Es, en base a lo que sus ideas le permiten entender. Los mundos humanos no son mas que sombras de una realidad inconmensurable, hechas a la medida del ego humano y de sus ansias de un absoluto que no puede darse. Nadie destruye el ser, sólo quien lo hizo, nosotros sólo fabricamos ideas y formas, dentro de los límites de la potencia de nuestro ser.
Así mismo, lo absoluto no esta en nuestra entidad, pero podemos vislumbrar lo que esa palabra significa, al percibir el todo que tenemos en nosotros mismos, aun cuando ese todo no sea la realidad absoluta en si, y esté muy lejos de su dimensión infinita. Cuando hablo del “todo” interior, me refiero a la captación de la totalidad de vivencias y contenidos almacenados en nosotros mismos, en cada uno de nosotros. Pero no se debe olvidar que la dimensión interior del ser-persona humana, es limitada a su potencia de ser y, la potencia de ser de cada uno es exclusiva de esa persona y las “otras” no la posee igual. Nuestro “todo” es limitación en cuanto al Ser de Todo, de aquí que el conocimiento magnifica la potencialidad de nuestro ser y hace que nuestro “todo” se vea más grande. Pero siempre hay que tener en cuenta la diferencia entre nuestro todo y el Todo. Pues definitivamente, la “Totalidad Real” nunca será nuestra. Eso significa: ser contingente.
La intuición extrasensorial, atraviesa y "navega" en el ser de uno mismo; es personal e intransferible, aunque puede comunicarse de manera imperfecta a los otros. Se da por la vivencia y percepción interior de nuestra realidad de ser, en ciertos y exclusivos momentos vitales. Es profunda, viva, reparadora, si es positiva y destructora si no lo es. Es captación profunda del ser en nuestro ser. Del Yo, verdadero que hace mi entidad y es único y exclusivo. Es captación de una dimensión en el ser donde no hay lagunas de no ser, sino limitación de potencia y actos en cuanto al Ser total. El que percibe su ser ve al Ser, y aun cuando, nuestro ser es insignificante en relación al Ser, tiene sus mismas características en pequeña escala.
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