4)El
cristianismo, es una religión, pero también es una vivencia de la
realidad que existe más allá de lo material. Nuestra captación de
esa realidad está diseminada en cada hombre que ha tenido contacto
con realidades trascendentes; pero en el cristianismo, por primera
vez en la historia de las religiones, UN HOMBRE dice de si mismo que
es DIOS CON NOSOTROS (emmanuel) y sus palabras son corroboradas por
las obras que hace: resucita muertos, hace ver a ciegos de
nacimiento; ordena al viento y a las aguas; multiplica panes y peces;
expulsa demonios; convierte agua en vino; sabe lo que los otros
piensan, aparece y desaparece; se traslada de un lugar a otro sin
caminar ni que nadie lo lleve; hace que sus discípulos, sean
entendidos es múltiples lenguas cuando ellos usan una sola; muere
entregando su vida por que quiere y finalmente resucita por su propio
poder. Este hombre es JESÚS, quien afirmó que era igual al padre
DIOS. Nunca, ni en la biblia judía ni en ningún libro de las
diferentes religiones que examinamos, ningún hombre real había
proclamado su total y absoluta divinidad. Si hay descritos fenómenos
paranormales, resurrecciones, curaciones e infinidad de casos fuera
de lo normal sensorialmente hablado; pero la afirmación con carácter
verídico y demostración de poder y virtud propias de la bondad de
Dios, nunca habían sido manifestadas con la fuerza, la perfección y
la verdad, con las que Jesús se ha manifestado y sigue
manifestándose. La fuerza de su afirmación está llevada al límite
de entregar su vida por la Verdad que proclama pudiendo evitar ese
aparente mal; pero es corroborada por su resurrección y ascensión
al lugar del Padre.
La
crítica humana dice que los evangelios fueron escritos por
hombres y bastante después de los hechos; aunque los escribieron
personas que vivieron en compañía de Jesús y vieron, oyeron y
sintieron lo que narran.
No
obstante la referencia más determinante a nivel de convencimiento de
nuestra creencia es el desarrollo de los acontecimientos después de
la ascensión.
La
prueba es el camino seguido por los que creyeron en Él: durante tres
siglos fueron masacrados, perseguidos, olvidados, quemados etc. pero
al final el cristianismo surgió de las sombras humanas y se instaló
en la sociedad poco a poco. Eso a pesar de todos los anatemas que se
dieron y continúan dando contra él. Algo similar sucedió con el
budismo en la India pero, en este último, fue barrido o asimilado
por la religión hindú. En todo caso, Gautama nunca dijo de si mismo
que era Dios. Jesús hace incapie en su divinidad y nuestra
inmortalidad: "¿Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me
ha visto a mí, ha visto al Padre. No
crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí?” (Jn 14 1-12). Se
puede ver también en: Marcos
(13:24-37) y muchos otros pasajes, como cuando le preguntaron:
«Entonces,
¿tú eres el Hijo de Dios?» Jesús contestó: «Dicen bien, yo
soy.» (Lc 22. 70).
Y
también, en (Mt 26:63) ; (Mt 26:64):
“Pero
Jesús callaba. El Sumo Sacerdote insistió: "Te conjuro por el
Dios vivo que me digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios".
Jesús le respondió: "Tú lo has dicho. Además, les aseguro
que de ahora en adelante verán al Hijo del hombre sentarse a la
derecha del Todopoderoso y venir sobre las nubes del cielo".
Y
así por todo el nuevo testamento sobre todo en los evangelios. La
divinidad de Jesús es recalcada una y otra vez, tanto por sí mismo
como por los apóstoles. En ningún otro libro “sagrado” se
manifiesta con está claridad la divinidad de un hombre.
¿Puede
esto ser una mentira dicha para convencer? Lo dudo mucho, no hubiera
durado dos mil años. Y los protagonista no se hubieran inmolado como
lo hicieron si no hubiese algo más y verdadero en las palabras,
hechos y vida de Jesús.
El
cristianismo es religión de mártires, de aquellos que creyeron en
la vida eterna a cambio de su vida temporal. El cristianismo crece
allí donde se le masacra y la sangre de inocentes riega la semilla
de la fe. Y no es algo masoquista, si no hubiera resurrección y vida
eterna no valdría la pena morir por un ideal difuso e inútil.
Recuérdese: “La caridad bien entendida empieza por uno mismo”.
Sin la claridad de: ”En la casa de mi Padre hay muchas
habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a
prepararles un lugar.” (Jn 14:2) No tendría derecho Jesús a pedir
un sacrificio inútil y no lo hizo. Y además durante siglos y
milenios, antes, después y ahora continúan a morir por el sentido
de fe y esperanza en la Palabra de Él. Dios es Amor y quien en
verdad ama ni miente ni pide sacrificios sin fundamento, por que lo
que quiere es la felicidad, en el amor, de los demás. El
cristianismo es, fundamentalmente la religión del amor que no se
contemple y realice en la dimensión que vivimos no excluye su
culminación en el estatus de eternidad. Es por eso que cuando se
ataca al cristianismo lo primero que se hace es burlarse de esa
dimensión y negarla, pues sin ella todo es inútil: “Ahora bien,
si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo
algunos de vosotros dicen que no hay resurrección de los muertos?
Porque si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo ha
resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación
y vana nuestra fe. Incluso seríamos falsos testigos de Dios, pues
contra Dios testificamos que ha resucitado a Cristo, mientras que no
lo ha resucitado si los muertos no resucitan.” (I
Cor 15: 12-15.)
"Más bien, como dice la Escritura, anunciamos: lo que ni el ojo vio, ni
el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para
los que le aman." (Corintios 2:9)
Así
que la dimensión del cristianismo excluye cualquier pesimismo,
desesperanza, mentira y arbitrariedad, para reafirmar la única
verdadera y completa realización de la persona humana, más allá de
las limitaciones, adornos y recursos a la lógica humana de otras
religiones o de definiciones limitadas y limitantes de la realidad
expresada en la plenitud de su doctrina.
Por
otra parte, el cristiano, es hombre que vive de la fe; pero no una fe
cualquiera sino la fe que vienen del mismo Dios. Él se encargó y se
encargará de llevarlo todo a su total realización en el AMOR. Nada
será inútil, ocultado o negado que haya sido hecho en, por y con la
dimensión que Dios quiere. Al final de los tiempos, cuando todos los
hombres llamados a ser, hayan sido y el tiempo de los tiempos sea
completado, quizás dentro de miles de millones de años, el reino
prometido será instaurado y en el juicio final de la historia
estaremos todos, absolutamente todos, presentes. Y “no habrá más
lágrimas, dolor y llantos, pues el primer mundo ha desaparecido.”
Apoc. 21, 4
¿Cuándo
será eso? Lo ignoramos; puede ser que haya dos tiempos: el primero
es la instauración del reino aquí en la tierra, donde los hombres
vivan totalmente en Cristo y no habiendo más mal, el hombre salga a
poblar el universo durante miles de millones de años y lleve su
dimensión en Dios a todos los rincones del universo. Otra
posibilidad es la final donde habrá el juicio y se acabará la obra
de creación de las almas humanas. Pero, para mí, está segunda
opción será la que venga después de que el universo haya sido
explorado, construido y conocido por la raza humana durante miles de
millones de años terrestres. Entonces si será el final de los
tiempos y nosotros, evidentemente no en esta dimensión, lo veremos y
lo sabremos.
Esta
hipótesis se debe a una reflexión personal, ya que ¿porqué crear
un universo tan inmenso y un ser que lo entiende, conoce y domina, si
no va estar a su alcance? El creer que hay otras criaturas en el
universo semejantes a nosotros no es viable, ya que de alguna manera
lo sabríamos y hasta ahora todas las pruebas reales están en
contra. Además, de haber otras criaturas materiales con dimensión
espiritual, se plantearían varios problemas en términos cristianos:
uno: ¿Vino y murió Jesús también para ellos o ellos no pecaron y
no hace falta tal reflexión? Dos: ¿Cómo sería entonces el reino
de los cielos donde unos seres serían inmortales, materialmente
hablando y otros tendrían que morir dada la caída del pecado? Tres:
¿esas criaturas materiales-espirituales serían como nosotros en el
cuerpo? Cuatro: ¿Su desarrollo espiritual, síquico y físico se
realizaría de la misma manera que el nuestro? Cinco: ¿Nuestro
pecado no afectó a las otras criaturas materiales-espirituales? En
fin una serie de preguntas sin respuesta daría como resultado el
mantener esta última hipótesis como posible. Prefiero creer que
sólo nosotros como entes materiales-espirituales existimos; pero que
a través de miles de millones de años poblaremos, conoceremos y
llegaremos a los confines del universo. Luego, estamos en los
comienzos de una historia muy larga que se prolonga hacia la totalidad
del universo y que todavía está comenzando.
El
cristianismo es religión de VERDAD, de REALIDAD y de VIDA. Tiene la
impronta de Dios y será preservada por Él hasta el final de los
tiempos.
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